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La calidad del agua es fundamental en el cultivo de cannabis, ya que afecta la salud de la planta, la absorción de nutrientes y la calidad general de la cosecha. Aquí te explicamos por qué y cómo manejarla en cada etapa de crecimiento:
Transporte de nutrientes:
El agua limpia facilita el transporte eficiente de nutrientes a todas las partes de la planta, asegurando un crecimiento fuerte.
Equilibrio del pH:
Un pH adecuado del agua es vital para la absorción de nutrientes. Un pH desequilibrado puede bloquear esos nutrientes y afectar el desarrollo de la planta.
Salud de las raíces:
El agua de calidad previene patógenos dañinos y fomenta un crecimiento saludable de las raíces, fundamental para la vitalidad general de la planta.
Contenido de sales y minerales:
El exceso de sales o minerales puede acumularse y estresar a las plantas. El agua pura evita esto, manteniendo condiciones óptimas.
Prevención de enfermedades:
El agua limpia reduce el riesgo de introducir contaminantes que podrían causar enfermedades o plagas.
Al garantizar una calidad óptima del agua, los cultivadores fomentan un crecimiento saludable, maximizan el rendimiento y producen cannabis de alta calidad.
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