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La etapa de floración es cuando las plantas de cannabis desarrollan plenamente sus cogollos, pasando de la prefloración a una producción de resina al máximo nivel. Esta fase define la potencia, el aroma y la cantidad final, por lo que controlar el ambiente con precisión es clave.
Mantener el entorno ideal asegura cogollos densos, potentes y libres de problemas.
Reduce el nitrógeno (N) y aumenta el fósforo (P) y el potasio (K) para estimular el desarrollo de los cogollos.
Leer másUtiliza tierra bien drenada o sistemas hidropónicos y controla posibles desequilibrios nutritivos.
Leer másUna buena circulación de aire evita acumulación de humedad y fortalece las ramas.
Leer másFiltros de carbono para controlar olores, buena ventilación y mallas de soporte para cogollos pesados.
Leer másMuchos cultivadores afinan esta etapa con técnicas como la defoliación, lollipopping y SCROG (pantalla verde) para mejorar la ventilación y la penetración de luz. Algunos incluso ajustan el espectro de luz o añaden CO₂ para potenciar la producción de resina.
La floración dura entre 6 y 12 semanas, dependiendo de la genética. Las autoflorecientes van más rápido, mientras que las fotoperiódicas requieren ciclos completos de luz 12/12 hasta la cosecha. Las últimas 1-2 semanas son clave para madurar antes del lavado y la recolección.
Nota: deja que tu planta de cannabis florezca a su manera
El cannabis crece mejor con las condiciones adecuadas: buen sustrato, luz, agua y aire. Con eso, la planta hace gran parte del trabajo sola. Métodos avanzados y nutrientes especiales pueden ayudar, pero van más allá de esta guía. Para consejos más profundos, visita nuestro blog.
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