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Entender cuándo y cómo cosechar es crucial para asegurar que los hongos se mantengan potentes y frescos. El resto de esta guía te explica cada paso en más detalle.
Los hongos mágicos son hongos silvestres o cultivados con psilocibina como su componente psicoactivo. Cuando la gente usa el término "viajar", generalmente se refieren a los efectos producidos por estos hongos.
Los hongos de psilocibina tienen una larga historia. Durante milenios, las culturas indígenas de América Central y del Sur los emplearon como sacramentos para rituales y curación. Para los sacerdotes y chamanes, eran vehículos de percepción y comunión de otro mundo.
Hoy en día, los científicos y psicoterapeutas les están dando una nueva mirada. Los hongos mágicos se han ganado el respeto por su potencial para combatir la depresión, la ansiedad e incluso la adicción. El movimiento actual se centra en el uso seguro y consciente, entendiendo qué contienen tus hongos y cómo pueden ayudarte o perjudicarte.
Los hongos son solo los cuerpos fructíferos de los hongos, no el organismo completo. Lo que ves sobre el suelo es solo la punta del iceberg. Debajo, el micelio —la masa vegetativa similar a una red— hace todo el trabajo pesado.
Absorbe nutrientes, permitiendo que el hongo crezca más grande. Los hongos mágicos comienzan su vida como pequeñas esporas, germinan en un cuerpo subterráneo de micelio y finalmente fructifican cuando es el momento adecuado.
Aunque no es una tarea novedosa, la práctica ha ganado popularidad en Europa. Algunas personas compran kits listos para usar, mientras que otras comienzan desde cero en sustratos como aserrín o paja. Realmente se trata más de paciencia, técnica estéril y pasión por el proceso.
La psilocibina no es lo que te hace "viajar". Tu cuerpo la metaboliza en psilocina, que altera las vías de serotonina en tu cerebro. En el núcleo de los efectos de la psilocibina se encuentran los cambios de humor, sensoriales y temporales.
Estudios clínicos, como este, han demostrado beneficios muy reales, ayudando a las personas a superar algunos de los desafíos de salud mental más difíciles. Sin embargo, como con todas las sustancias, los efectos varían según la dosis, la especie, el estado de ánimo y el entorno (mentalidad).
Entender lo que estás consumiendo y la dosis es clave para minimizar el riesgo.
Un kit de cultivo de hongos es simplemente una caja de inicio con todos los elementos esenciales incluidos. Contiene un sustrato completamente colonizado con micelio, preparado para fructificar.
No necesitas equipo sofisticado, solo agua, luz y la temperatura adecuada. Los kits de cultivo permiten una experiencia de cultivo segura y sencilla que requiere poca experiencia.
Cosechar hongos mágicos en el momento adecuado es crucial. La potencia, el sabor y el rendimiento dependen de una cosa: el momento. Si los recoges demasiado pronto, no ofrecerán la experiencia completa. Si esperas demasiado, te arriesgas a una sobrecarga de esporas y a una caída en el contenido de psilocibina.
La ventana de cosecha ideal suele aparecer de 5 a 7 días después de que emergen los primeros primordios. Mantente atento: las revisiones diarias son imprescindibles, especialmente en ambientes cálidos y húmedos (cualquier temperatura superior a 15°C / 60°F). Si estás cultivando en los Países Bajos u otras partes templadas de Europa, una habitación estable y con baja humedad ayuda a ralentizar las cosas. Aun así, la vigilancia es clave.
Pero para entender qué debes observar, examinemos una característica fúngica crítica: el velo.
El velo es una delgada membrana que conecta el tallo del hongo con su sombrero durante el crecimiento. Piénsalo como un sello de frescura incorporado. A medida que el hongo madura, el sombrero se expande y el velo se estira, rompiéndose finalmente para revelar las laminillas debajo. Este momento es tu señal más clara de que el hongo se acerca a su punto máximo.
¿Ese velo delicado y similar a una telaraña? Es tu billete dorado. El mejor momento para cosechar es cuando el velo comienza a separarse o rasgarse, pero antes de que el sombrero se aplane por completo. Este punto óptimo proporciona la máxima potencia y preserva la calidad general del hongo.
Confía en el velo. Es el despertador de cosecha de la naturaleza.
Liberación de Esporas: Una Señal Clave
Si comienzas a ver depósitos oscuros y polvorientos en el tallo o en la superficie de cultivo, felicidades; tus hongos están liberando esporas. Desafortunadamente, eso también significa que has perdido la ventana ideal.
Las esporas de hongos mágicos son las semillas microscópicas del mundo de los hongos: pequeñas células reproductivas que se alejan de los sombreros maduros para colonizar nuevos territorios. Aunque son esenciales para cultivar desde cero, no son ideales durante la cosecha. Las esporas pueden ensuciar, manchar tu sustrato de negro y alterar las condiciones para futuras fructificaciones. Además, no contienen psilocibina, por lo que no contribuyen a la potencia.
La cosecha tardía tiene dos desventajas significativas:
La cosecha temprana asegura que atrapes la magia en su punto álgido, así que no te duermas en esas revisiones del velo.
Cosechar hongos mágicos requiere paciencia y delicadeza. Una técnica de cosecha adecuada no solo salva tu rendimiento, sino que mantiene la salud de tu micelio para fructificaciones adicionales. En climas más cálidos como los Países Bajos o gran parte de Europa, el crecimiento puede acelerarse rápidamente, con el calor del verano aumentando el ritmo, lo que hace necesaria la revisión diaria.
Todo el mundo parece estar de acuerdo en esto: quieres recoger los hongos cuando los sombreros se están abriendo, antes de que liberen esporas. Ahí es donde encontrarás el punto óptimo de potencia y sabor.
Ten todo lo que necesitas al alcance de la mano para cosechar rápida y seguramente cuando tus hongos estén maduros.
Asegúrate de limpiar tus herramientas después de cada hongo. Incluso el toque más ligero puede propagar bacterias u moho.
Cuando tus hongos están listos para ser recogidos, la forma en que los cosechas puede determinar el éxito de tu próxima fructificación. El truco consiste en retirar cada hongo limpiamente, con un impacto mínimo en la delicada red de micelio debajo de la superficie.
Dos técnicas populares dominan: el giro suave y el corte limpio. Para el giro, sujeta el hongo por la parte inferior del tallo, dale un giro lento y firme, y levántalo. Usa tijeras esterilizadas o un bisturí para cortar limpiamente en la base para el corte. Ambos métodos funcionan: elige tu estilo y apégate a él.
Trabaja siempre con las manos limpias o guantes estériles, y desinfecta tus herramientas entre usos. Esto reduce el riesgo de contaminación y ayuda a preservar la salud de tu sustrato. Recuerda: cortes limpios, manos suaves y un poco de paciencia contribuyen en gran medida a mantener próspero tu kit de cultivo.
Si tratas tu kit de cultivo con cuidado, no solo obtendrás una cosecha, ¡podrías obtener hasta tres o incluso cuatro fructificaciones! Cada fructificación es una nueva ronda de hongos que emergen de la misma torta de micelio, y cómo trates esa torta marca toda la diferencia.
Después de tu primera cosecha, el micelio necesita tiempo para descansar y recuperarse. Mantén el sustrato húmedo (pero no empapado), asegura una buena circulación de aire y mantén una temperatura estable. Esto le da a tus hongos la energía que necesitan para producir de nuevo.
Al igual que las personas, el micelio estresado no rinde al máximo. Evita raspar o cavar en la torta; no dejes que se seque. Con el cuidado adecuado, extenderás la vida de tu kit de cultivo y disfrutarás de múltiples cosechas mágicas.
Los pequeños primordios también tienen un lugar en la mesa. Cuando llega el momento de cosechar, siempre debes aspirar a una cosecha completa. Eso significa recoger los hongos grandes y perfectos, y los más pequeños y menos maduros.
¿Por qué? Dejar cualquier hongo atrás puede llevar a condiciones desiguales en tu sustrato y aumentar la posibilidad de contaminación o un crecimiento futuro atrofiado. Una superficie limpia y despejada le da a tu micelio la mejor oportunidad de recuperarse para la segunda ronda (y la tercera, si tienes suerte).
Incluso los más pequeños son frágiles, así que manipúlalos con cuidado. Una cosecha suave ayuda a proteger el resto de tu cultivo y mantiene tu sustrato en óptimas condiciones para la próxima fructificación.
Una vez que hayas completado tu primera cosecha, tu kit de cultivo no ha terminado, solo está tomando un respiro. Ese micelio trabajador puede ofrecer múltiples fructificaciones de hongos frescos con el cuidado adecuado. Pero para que eso suceda, necesitas preparar el escenario de nuevo.
Limpiar adecuadamente después de cada fructificación ayuda a evitar la contaminación y les da a tus hongos las mejores condiciones posibles para fructificar de nuevo. Piénsalo como limpiar el escenario antes de la actuación de bis.
Con un poco de amor y atención, tu kit de cultivo te recompensará repetidamente. Respeta el micelio y seguirá produciendo magia.
Trabaja siempre limpio. Lávate las manos, usa guantes y considera una mascarilla. Limpia tus herramientas con alcohol.
Incluso una contaminación menor puede arruinar tu próxima fructificación.
Una vez que cosechas tus hongos, lo que haces con ellos marca toda la diferencia. Los hongos se echan a perder rápidamente ya que tienen un alto contenido de agua y carecen de una piel real que ralentizaría el proceso. Asegurar que se mantengan potentes y seguros requiere secarlos y almacenarlos adecuadamente. ¡No olvides estos pasos esenciales! Si intentas apresurarlos, estás perdiendo esos compuestos activos que hacen que tu cosecha tan duramente ganada sea tan valiosa.
La putrefacción es inevitable, pero el secado puede ayudar a prevenirla y a preservar la potencia de tus hongos mucho después de la cosecha. El agua que queda en los hongos aumenta la descomposición y disminuye la potencia. El secado ralentiza significativamente la descomposición de la psilocibina y otros activos, ayudando a que tu reserva dure más.
"Crujiente como una galleta" es el objetivo. Eso se traduce en que cuando rompes un tallo, se rompe muy limpiamente sin doblarse en absoluto. Si se doblan, no están lo suficientemente secos y puede aparecer moho.
Algunas personas incluso cubren los hongos lavados con una mezcla de Aloe vera y aceite de albahaca para ayudar a prevenir la pérdida de agua. Lavar con una combinación suave de oxina o eritorbato de sodio puede reducir la presencia de bacterias.
Los hongos secos con paquetes de gel de sílice deben almacenarse en frascos bien cerrados en un lugar fresco, seco y oscuro, lejos de la luz solar directa y fuentes de calor. La refrigeración puede extender la vida útil de los hongos frescos a 8-10 días.
En el caso de los secos, se pueden alcanzar incluso meses de almacenamiento seguro.
El exceso de calor y humedad son los enemigos de los activos y harán que se descompongan más rápido. Las bajas temperaturas (2–4 °C) o una constante de 20°C (68°F) juegan un papel importante al ralentizar este efecto.
Un secado y almacenamiento adecuados pueden ayudar a preservar la potencia de tus hongos y hacer que duren más.
Llevar el proceso de cosecha de hongos mágicos paso a paso lo hace bastante relajado. Cosecha con cuidado, recógelos en el momento adecuado, manipula tus hongos con las manos limpias y almacena tu cosecha en un lugar fresco y seco. Mantienes las actividades sabrosas y evitas el moho. La gente en todo Estados Unidos está familiarizada con la emoción: mirar debajo de los sombreros, abrir los tallos y separar los buenos. A los hongos les encanta el cuidado y la paciencia. Juega con las técnicas y encuentra el flujo que se adapte a tu estilo. Observa qué funciona en tu flujo. Dentro de cada lote, se cuenta una nueva historia. Mantente seguro, sé sabio y aumenta tu conocimiento.
Cuando el velo debajo del sombrero comienza a romperse, revelando las laminillas, es cuando sabes que los hongos mágicos están listos. Para lograr la mayor potencia, cosecha antes de que todo el sombrero se abra.
Para retirar el hongo, gira suavemente el tallo y tira hacia arriba para romperlo desde la base. No aprietes ni tires para evitar dañar el micelio del que crecerán futuras fructificaciones.
Sí, puedes, asegúrate de esterilizar tus tijeras antes de usarlas, o de lo contrario te arriesgas a contaminar tus hongos.
¿Debo lavar los hongos mágicos después de cosecharlos? Lavarlos eliminará parte de la potencia y agregará humedad, lo que puede llevar al desarrollo de moho. En su lugar, usa un paño húmedo para quitar la suciedad.
Coloca los hongos en una rejilla o pantalla en un espacio seco y oscuro con adecuada circulación de aire. Usa un deshidratador de alimentos ajustado a baja temperatura (menos de 43°C / 110°F) para obtener resultados óptimos.
¿Cuánto duran los hongos mágicos recién recogidos? Si quieres almacenarlos por más tiempo, sécalos completamente y guárdalos en un recipiente hermético.
Los hongos cosechados tarde o manipulados bruscamente pueden tener efectos disminuidos.
El ciclo completo, desde la espora hasta la cosecha, suele tardar de 4 a 6 semanas. Depende de la especie, las condiciones de cultivo y tu configuración. La mayoría de los kits de cultivo de hongos mágicos comienzan a formar primordios después de 10 a 14 días, y los hongos listos para cosechar aparecen una semana después. ¡La paciencia da sus frutos!
Los Golden Teachers están listos para cosechar justo cuando el velo debajo de su sombrero se rasga. Espera hasta que el velo casi se rompa antes de que el sombrero se aplane. Este momento asegura la mayor potencia y evita la molesta caída de esporas. Como siempre, revisa a diario: ¡los Golden Teachers crecen rápido!