¿Qué es exactamente la microdosificación y cómo se suele hacer?

¿Tienes curiosidad por saber por qué todo el mundo parece hablar últimamente del microdosing? Aparece en pódcasts, en círculos de bienestar, en comunidades creativas e incluso en la divulgación científica convencional. La idea suena sencilla: tomar una cantidad muy pequeña, casi imperceptible, de una sustancia psicodélica y observar si ayuda de manera suave al estado de ánimo, la concentración o la creatividad. Pero en cuanto empiezas a profundizar más allá del bombo en internet, todo se vuelve mucho más matizado.

Esta guía pretende ofrecer una comprensión clara y fundamentada de qué es realmente el microdosing, cómo suele abordarlo la gente, qué sustancias se asocian comúnmente con esta práctica, qué han descubierto los investigadores hasta ahora y dónde se encuentran los riesgos y los límites legales.

¿Qué es el microdosing?

Antes de entrar en horarios o posibles efectos, ayuda tener claro a qué se refiere la gente cuando habla de microdosing. En esencia, el microdosing consiste en tomar una cantidad muy pequeña y subperceptible de una sustancia psicodélica, normalmente entre una décima y una vigésima parte de una dosis que produciría efectos psicoactivos evidentes, aunque no existe una cantidad universalmente aceptada y la sensibilidad individual varía muchísimo.⁴

La idea es que la experiencia se mantenga sutil. La gente no busca visuales, cambios drásticos en la forma de pensar ni la intensidad emocional que se asocia a una sesión psicodélica completa.

En un microdosing "ideal" no debería haber una intoxicación clara. Dicho esto, algunas personas, sobre todo las más sensibles o que atraviesan un momento emocional intenso, pueden notar ligeros cambios incluso cuando la dosis se considera «micro».

Aunque a menudo se presenta el microdosing como un concepto moderno de bienestar, en realidad no es algo completamente nuevo. Ya en la década de 1960 algunos investigadores observaban los efectos de dosis bajas de psicodélicos. La tendencia resurgió en la década de 2010, cuando ciertos círculos tecnológicos y creativos empezaron a promoverla como una forma de apoyar la productividad, lo que le dio un gran impulso en internet y alimentó mucha especulación.

Hoy en día, el microdosing vuelve a estudiarse en laboratorios tanto en Europa como en Estados Unidos, aunque con mucha más prudencia de la que sugiere el hype. Los estudios actuales prestan mucha atención al efecto placebo, a las expectativas y a la diferencia entre los relatos subjetivos y los cambios realmente medibles.^{5 6} La investigación sigue en una fase muy inicial y quedan muchas preguntas por responder, lo que en parte explica por qué el tema genera tanto debate.

Sustancias más habituales en el microdosing

Cuando se habla de microdosing, no todo el mundo se refiere a la misma sustancia. Distintas comunidades se inclinan por opciones diferentes, y cada una tiene sus particularidades en cuanto a potencia, legalidad y practicidad. Algunas han formado parte de las primeras investigaciones, mientras que otras siguen basándose casi por completo en testimonios aislados. Lo que sigue no es una recomendación, sino un repaso claro de a qué se suele referir la gente cuando dice que está haciendo microdosing.

LSD

El LSD es probablemente la sustancia más conocida para hacer microdosing y suele tomarse en forma de pequeños cuadraditos de cartón impregnado. En teoría, estas «tabs» permiten dosificar con precisión, pero en la práctica la potencia puede variar mucho de un cuadradito a otro, lo que complica mantener una pauta constante. Quienes microdosean LSD suelen describir el efecto buscado como limpio, ligeramente energizante o como un suave aumento de la concentración: nada abrumador, solo un cambio sutil.

Pero incluso a dosis bajas algunas personas sienten nerviosismo o sobreestimulación y, como el LSD sigue siendo ilegal en la mayoría de países, los riesgos legales son importantes.^{1 8} Estos dos factores por sí solos influyen mucho en la decisión de muchas personas de explorar —o no— esta sustancia.

Setas de psilocibina o trufas mágicas

El microdosing con psilocibina suele hacerse con setas deshidratadas o, en los lugares donde están reguladas, con trufas. Una vez ingerida, la psilocibina se convierte en psilocina, que interactúa con los receptores 5-HT₂A y modifica la percepción y el estado de ánimo. Quienes eligen esta vía suelen describirla como una experiencia cálida, con los pies en la tierra o suavemente introspectiva cuando la dosis es lo bastante baja.

El gran reto es la medición: la potencia de la psilocibina puede variar muchísimo entre especies, condiciones de cultivo e incluso entre tandas de una misma cosecha, de modo que una «cantidad pequeña» sobre el papel no siempre se traduce en una experiencia predecible. Una báscula de precisión ayuda, pero no elimina la variabilidad natural de las setas.

Cannabis

A veces oirás hablar de «microdosing de cannabis», aunque aquí el término se usa de forma mucho más laxa. En la práctica, suele referirse a tomar cantidades de THC extremadamente pequeñas con la idea de captar ciertos beneficios sobre el estado de ánimo o la concentración sin llegar a sentir colocón.

Como la tolerancia al cannabis varía muchísimo de una persona a otra, lo que para alguien cuenta como una «microdosis» puede resultar excesivo —o prácticamente imperceptible— para otra. No existe un estándar y, a nivel farmacológico, la experiencia no es equiparable al microdosing de psicodélicos.

Mescalina

La mescalina aparece con mucha menos frecuencia en las conversaciones sobre microdosing. Su larga duración, la disponibilidad limitada y las restricciones legales suelen hacerla poco práctica. Y cuando se usa en forma de cactus, la potencia es todavía más difícil de prever, ya que un trozo de cactus puede contener niveles de mescalina muy distintos a los de otro.

Hongos funcionales y “stacks” (no psicodélicos)

Algunas personas prescinden por completo de los psicodélicos y optan por experimentar con combinaciones no psicoactivas como Lion’s Mane, niacina y otros adaptógenos, una mezcla que a veces se conoce como Stamets Stack.

Las ideas que hay detrás de estas mezclas son interesantes, pero por ahora las pruebas científicas son iniciales y limitadas.⁶ Para quienes prefieren opciones legales y no psicoactivas, los hongos funcionales suelen ser la vía más accesible, y puedes explorar una buena variedad en la colección de hongos funcionales de Azarius.

Cómo hacer microdosing: métodos y protocolos

La gente organiza el microdosing según sus preferencias, ciclos de trabajo o nivel de sensibilidad. Echa un vistazo a este resumen de protocolos de microdosing:

Ten en cuenta que los psicodélicos serotoninérgicos generan tolerancia con rapidez, por eso la mayoría de protocolos incluyen días de descanso.

¿Puede el microdosing afectar a la salud mental y al estado de ánimo?

La gente suele comentar beneficios como:

• Mejora del estado de ánimo
• Mayor estabilidad emocional
• Aumento de la concentración
• Más creatividad
• Motivación
• Sentirse más conectado con las tareas del día a día

Lo que sugiere la investigación

Los primeros trabajos apuntan a que las dosis bajas podrían influir de forma sutil en redes cerebrales relacionadas con los receptores de serotonina 5-HT₂A.^{4 9} Sin embargo, los resultados siguen siendo poco consistentes.

El mayor ensayo controlado con placebo sobre microdosing realizado hasta la fecha observó que muchos efectos positivos estaban muy influidos por las expectativas: es decir, quienes creían que el microdosing les ayudaría a menudo mejoraban incluso con un placebo.⁵

Las revisiones sistemáticas también muestran resultados mixtos, con beneficios en algunos estudios pero importantes limitaciones en el diseño y el tamaño de las muestras.⁶

En otras palabras:

• Algunas personas dicen sentirse mejor.
• Otras no notan nada en absoluto.
• Otras experimentan ansiedad o efectos secundarios.
• La ciencia aún está en una fase muy inicial.

Riesgos, efectos secundarios y consideraciones

El microdosing suele presentarse en internet como una práctica de bajo riesgo. Pero existen consideraciones reales, sobre todo en lo que respecta a la salud mental y a la legalidad. Incluso en cantidades muy pequeñas, los psicodélicos siguen siendo sustancias psicoactivas, es decir, pueden influir en la percepción, el estado de ánimo y ciertas respuestas fisiológicas de forma suave pero significativa.

Por eso es importante acercarse al microdosing con expectativas realistas, prudencia y un buen conocimiento de cómo suelen reaccionar tu cuerpo y tu mente ante los cambios.

Efectos psicológicos

Aunque para muchas personas las microdosis son subperceptibles, pueden producir efectos psicológicos sutiles. Algunas personas notan una ligera incomodidad o una sensación de sobreestimulación mental, sobre todo en los primeros intentos.

Quienes ya lidian con estrés o se sienten emocionalmente vulnerables pueden descubrir que el microdosing amplifica ciertas emociones en lugar de suavizarlas.

Las experiencias varían mucho, por lo que prestar atención a tu estado de base y avanzar con cautela es clave. Entre los posibles efectos secundarios psicológicos se incluyen:

• Ansiedad o sobreestimulación
• Irritabilidad
• Inquietud
• Alteraciones del sueño
• Mayor sensibilidad emocional

Efectos físicos

Las reacciones físicas suelen ser leves, pero pueden resultar molestas si no te las esperas. Estas sensaciones aparecen a menudo al inicio de una rutina de microdosing y pueden atenuarse a medida que la persona se acostumbra a cómo responde su cuerpo.

Mantenerse hidratado, comer bien y evitar dosificar a última hora del día puede ayudar a reducir parte de estos efectos, entre los que se incluyen:

• Dolores de cabeza
• Náuseas temporales
• Cambios en el apetito
• Nerviosismo o temblor interno

¿Quién debería evitar el microdosing?

Los psicodélicos pueden interactuar con problemas de salud subyacentes o con ciertos medicamentos, y hasta las microdosis pueden suponer un riesgo para algunas personas.

Si no tienes claro qué posición quieres adoptar, lo más prudente es hablar con un profesional sanitario cualificado antes de experimentar, sobre todo teniendo en cuenta que apenas hay investigación a largo plazo sobre microdosing. A las personas de los grupos siguientes se les suele recomendar evitar por completo los psicodélicos.

Se aconseja evitar los psicodélicos por completo si tienes:

• Antecedentes personales o familiares de psicosis o esquizofrenia⁷
• Trastorno bipolar
• Problemas de salud mental inestables o agudos
• Patologías cardiovasculares

Placebo y expectativas

Varios estudios sugieren que algunos de los beneficios descritos podrían deberse más a la expectativa que a efectos farmacológicos directos.⁵ Esto no significa que el microdosing «no funcione», sino que la psicología humana desempeña un papel muy potente a la hora de moldear la experiencia.

Cuando alguien cree que una dosis diminuta le hará más creativo, tranquilo o productivo, la mente a menudo se orienta en esa dirección por sí sola. Los investigadores siguen intentando separar cuáles son los efectos bioquímicos reales y cuáles se deben sobre todo a la fuerza de la expectativa, y por ahora los resultados son mixtos.

Para quien se inicia, esto implica acercarse al tema con curiosidad más que con certezas, y estar abierto a la idea de que la mentalidad importa tanto como la propia sustancia.

Medir con precisión

Uno de los retos más prácticos es medir las dosis de forma constante. Como la potencia varía —especialmente en blotters y setas—, muchas personas recurren a:

• Una báscula con precisión de ±0,001 g
• Dosificación volumétrica en el caso del LSD
• Prácticas de conservación constantes
• Un registro cuidadoso de los efectos

Incluso entre personas con experiencia en microdosing, la imprecisión es frecuente y es una de las principales razones por las que la gente acaba tomando más de lo que pretendía.

Pequeñas diferencias en la potencia o en la medición pueden convertir una dosis subperceptible en algo claramente más intenso, lo que puede resultar incómodo o distraerte. Desarrollar un enfoque cuidadoso y metódico ayuda a reducir estas sorpresas y favorece una rutina más segura y predecible.

¿Es legal el microdosing?

La legalidad del microdosing varía enormemente en todo el mundo. Algunos países mantienen una prohibición estricta sobre las sustancias psicodélicas, otros permiten la investigación clínica regulada y unas pocas regiones han avanzado hacia la despenalización o un uso terapéutico limitado.

Es importante subrayar que estas diferencias casi siempre se refieren a la tenencia de la sustancia en sí, no a la dosis que piensas tomar, de modo que una «microdosis» es legalmente igual que una dosis completa en la mayoría de jurisdicciones.

El Reino Unido es un ejemplo claro de país con una normativa firme y bien definida. Con las leyes actuales, los psicodélicos siguen estando muy controlados y el microdosing no está legalmente permitido, ni siquiera para un uso personal o con fines de bienestar:

• El LSD es una droga de Clase A según la Misuse of Drugs Act.^{1 8}
• Las setas con psilocibina también son de Clase A, tanto si están secas como si han sido preparadas.^{1 8}
• Una enmienda legal de 2005 cerró el vacío que antes distinguía las setas frescas.²
• Las trufas mágicas son ilegales en el Reino Unido (independientemente de su estatus en otros países de la UE).
• La investigación requiere una licencia de la Lista 1, que no se aplica a particulares ni a usos recreativos.³
• Las penas por posesión o suministro pueden ser muy severas.⁸

Como las leyes cambian, conviene que consultes siempre las páginas oficiales del gobierno para obtener la información más actualizada.

En todas las regiones, el enfoque más seguro pasa por conocer bien las leyes locales y fiarse de los avances de la investigación legítima o de alternativas plenamente legales, como los hongos funcionales, la meditación u otras herramientas de bienestar no psicoactivas, mientras la política global sigue evolucionando.

Lista básica para principiantes

Antes de que nadie se plantee probar el microdosing, resulta útil contar con una estructura sencilla en la que apoyarse. Quienes se inician suelen sentirse abrumados por consejos contradictorios, anécdotas dispersas y estudios científicos difíciles de interpretar sin contexto.

Una lista básica ayuda a mantener los pies en la tierra. Piénsala como un punto de partida práctico que te permite organizarte, seguir lo que haces y reducir errores evitables mientras aprendes cómo responden tu cuerpo y tu mente. No sustituye el asesoramiento médico ni la investigación legal, pero sí ofrece a los principiantes una estructura clara y estable que seguir.

Un marco inicial sencillo y práctico:

• Entiende la legalidad en tu país.
• Empieza con expectativas bajas; los resultados varían mucho.
• Elige un protocolo que incluya días de descanso.
• Mide con cuidado usando una báscula de precisión o un método volumétrico.
• Lleva un diario para registrar los efectos.
• Evita mezclar con alcohol o estimulantes.
• Evita el microdosing en periodos de inestabilidad en la salud mental.
• Si tienes dudas, valora primero alternativas como los hongos funcionales.

Related Category

Microdosis de trufas

Descubre las microdosis de trufas alucinógenas y cómo usarlas para potenciar tu rendimiento mental y tu creatividad. Prueba los packs de trufas mágicas Azarius.

4 Products

Shop now

Microdosing: una visión equilibrada

El microdosing se sitúa en la intersección entre la cultura del bienestar, la curiosidad por la neurociencia, la experimentación personal y una investigación en constante desarrollo.

Aunque algunas personas describen mejoras significativas en creatividad, concentración o equilibrio emocional, la literatura científica ofrece una visión más cauta, caracterizada por evidencias mixtas, un efecto placebo importante y unos límites legales muy claros.

Al explorar este tema, hazlo con cuidado, con expectativas realistas y con una comprensión sólida tanto de los riesgos como del panorama legal. Y si prefieres una vía de menor riesgo, los hongos funcionales y otras prácticas no psicoactivas pueden ofrecerte un punto de partida más suave.

Referencias

1. Home Office. Controlled Drugs List. GOV.UK. Published May 26, 2016. https://www.gov.uk/government/publications/controlled-drugs-list--2 ↩︎
2. Goggins P. The Misuse of Drugs (Designation) (Amendment) Order 2005 - Explanatory Memorandum. Legislation.gov.uk. Published 2025. https://www.legislation.gov.uk/uksi/2005/1652/memorandum/contents ↩︎
3. Chapman J, Naulls S. Psychedelic-assisted therapy for mental health: Policy considerations. POST. Published February 13, 2025. https://post.parliament.uk/research-briefings/post-pb-0064/ ↩︎
4. Home | Pharmacological Reviews. pharmrev.aspetjournals.org. https://pharmrev.aspetjournals.org/ ↩︎
5. Szigeti B, Kartner L, Blemings A, et al. Self-blinding citizen science to explore psychedelic microdosing. Baker CI, Shackman A, Perez Garcia-Romeu A, Hutten N, eds. eLife. 2021;10:e62878. doi:https://doi.org/10.7554/eLife.62878 ↩︎
6. Polito V, Liknaitzky P. The emerging science of microdosing: A systematic review of research on low dose psychedelics (1955 – 2021) and recommendations for the field. Neuroscience & Biobehavioral Reviews. 2022;139:104706. doi:https://doi.org/10.1016/j.neubiorev.2022.104706 ↩︎
7. Johnson M, Richards W, Griffiths R. Human hallucinogen research: guidelines for safety. Journal of Psychopharmacology. 2008;22(6):603-620. doi:https://doi.org/10.1177/0269881108093587 ↩︎
8. GOV.UK. Drugs Penalties. Gov.uk. Published 2025. https://www.gov.uk/penalties-drug-possession-dealing ↩︎
9. Vollenweider FX, Preller KH. Psychedelic drugs: neurobiology and potential for treatment of psychiatric disorders. Nature Reviews Neuroscience. 2020;21(11):611-624. doi:https://doi.org/10.1038/s41583-020-0367-2 ↩︎