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Cómo preparar té de kratom

 

Puntos clave

  • El té de kratom es una bebida especial: nos brinda una experiencia suave que favorece la relajación y la atención plena, algo ideal para compartir tanto en casa como en reuniones sociales.
  • Al infusionar kratom en agua caliente, sus compuestos activos se absorben mejor, sobre todo si añadimos zumo de limón y controlamos bien la temperatura.
  • Podemos personalizar el sabor y la experiencia experimentando con distintas técnicas, ingredientes o endulzantes.
  • Es recomendable comenzar con una dosis baja y bien medida para encontrar nuestro propio equilibrio y minimizar posibles efectos secundarios.
  • Entre sus posibles beneficios destacan la reducción del estrés, mejora del estado de ánimo y apoyo en la retirada de opiáceos, aunque debemos tener cuidado para evitar riesgos.
  • Probar recetas innovadoras como té frío cítrico o mezclas especiadas mantiene nuestra experiencia con el té de kratom siempre interesante y sabrosa.

Para preparar té de kratom, infusionamos el polvo o las hojas trituradas en agua caliente durante unos 10-15 minutos, colamos y disfrutamos. Muchos de nosotros preferimos añadir limón o miel para suavizar su sabor amargo y darle un toque especial.

Utilizar un filtro de café o un colador fino ayuda a conseguir una textura más agradable. Preparar té es una de las formas más populares de consumir kratom, así que conocer las bases nos ayudará a disfrutar siempre de una infusión fácil y uniforme.

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¿Qué es el té de kratom?

El té de kratom es nuestra forma sencilla y consciente de disfrutar los beneficios del kratom. En lugar de mascar hojas o tragar el polvo directamente, preparar una infusión nos ofrece calidez, control y una experiencia más delicada, ideal si sentimos curiosidad por los efectos del kratom y preferimos un enfoque herbal y responsable para cuidar de nosotros mismos.

Preparar té en casa nos permite ajustar cada taza según nuestras preferencias, tanto en sabor como en intensidad.

La experiencia

El té de kratom es mucho más que una bebida: se convierte en un pequeño ritual relajante. Preparar las hojas, observar el vapor y disfrutar cada sorbo transforma un gesto simple en un momento de conexión y pausa consciente. Dicen que estos instantes nos ayudan a aquietar la mente.

Normalmente, la experiencia resulta más suave que con el polvo puro o las cápsulas. Muchos de nosotros notamos un aumento gradual del bienestar y una agradable sensación de calma en el cuerpo, evitando el golpe brusco que, en ocasiones, provoca malestar estomacal. Por eso, el té es perfecto si queremos probar el kratom por primera vez o si preferimos evitar molestias digestivas.

Compartir té de kratom también tiene un valor social. Nos reunimos, conversamos y fortalecemos lazos alrededor de una infusión que reconforta. Es una excelente forma de crear ambiente y sentirnos acompañados, tanto en familia como entre amigos.

El té de kratom destaca por su sabor y aroma únicos. Algunos percibimos matices terrosos y relajantes, y otros notan notas de césped o especias. Su fragancia puede ser intensa y especial.

La absorción

Durante la preparación, los compuestos activos del kratom —como la mitraginina y la 7-hidroximitraginina— se extraen con el agua caliente. Cuando bebemos té, nuestro cuerpo procesa estos alcaloides de otra manera que cuando tomamos el polvo, lo que se traduce en un efecto más rápido pero de menor duración; ideal si buscamos alivio o concentración de forma puntual y limpia.

Al preparar té, a menudo, necesitamos una cantidad menor de kratom para notar los mismos efectos que con otras formas de consumo.

Un truco para mejorar la absorción es añadir zumo de limón. La acidez ayuda a descomponer los alcaloides y potencia tanto el efecto como el sabor. Unas gotas pueden marcar la diferencia.

La temperatura del agua es clave: si está demasiado caliente, podemos estropear los compuestos beneficiosos; si está demasiado tibia, no se extrae todo su potencial. Lo ideal es mantener el agua a unos 90-95ºC para sacar el máximo provecho de cada infusión.

El sabor

El té de kratom tiene un fondo terroso, a veces algo amargo, y el matiz depende de la variedad. El kratom verde resulta más fresco y herbáceo, mientras los rojos suelen ser más suaves. Podemos infusionar las hojas durante más tiempo si queremos un sabor intenso, o menos si preferimos una taza ligera.

¿El sabor te resulta fuerte? Mezcla el té con limón, miel o jengibre. Estas combinaciones suavizan el amargor y hacen mucho más fácil disfrutarlo cada día.

El tiempo de infusión y la temperatura del agua influyen mucho en el resultado final: una infusión rápida es más suave, mientras que una prolongada tiene más carácter y cuerpo. Prueba distintas opciones hasta encontrar la que te convenza del todo.

La comodidad

Preparar té de kratom en casa es realmente sencillo. Solo necesitamos hojas o polvo, agua caliente y un colador, sin necesidad de ningún aparato especial.

La mayoría de nosotros notamos los efectos en unos 10-15 minutos, y su duración ronda las dos horas.

Y lo mejor: la limpieza es muy fácil. Sin restos pegajosos ni utensilios difíciles de lavar.

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Jul. 2, 2025

El arte de preparar té de kratom

Descubrir el arte de preparar té de kratom es sencillo, pero requiere nuestra atención si queremos aprovechar todos sus matices. Cada fase del proceso influye tanto en el sabor como en la potencia y la seguridad de la bebida. Siguiendo estos pasos, maximizamos los beneficios del kratom y fomentamos un consumo consciente y responsable.

Pasos esenciales para preparar té de kratom:

  1. Escoger un kratom de calidad y la variedad adecuada.
  2. Dosificar con precisión.
  3. Calentar el agua a la temperatura ideal.
  4. Dejar infusionar el kratom el tiempo óptimo.
  5. Filtrar bien la infusión para obtener un resultado suave.

1. Elegir el kratom

Siempre empezamos con kratom fresco y de calidad, ya sea en hojas o polvo fino. La frescura marca la diferencia: un kratom envejecido o mal conservado resulta amargo y pierde eficacia. Nos fijamos en que tenga un color verde intenso y aroma natural.

La variedad que seleccionamos depende de lo que buscamos: las variedades rojas suelen aportar más calma, las blancas son energizantes y las verdes equilibran ambos efectos. Si tenemos dudas, el Maeng Da verde o el Bali rojo suelen ser opciones seguras para principiantes.

Compramos nuestro kratom únicamente a proveedores fiables, asegurando así que evitamos productos adulterados. Algunos vendedores facilitan análisis de laboratorio o certificaciones, añadiendo una capa extra de seguridad.

Existen extractos de kratom, pero su efecto es muy intenso; si estamos empezando, es mejor optar por polvos estándar o las hojas sueltas.

2. Dosificar correctamente

Lo habitual para iniciarse es una dosis de 1-2 gramos. Esta cantidad es suficiente para comprobar los primeros efectos y ajustar progresivamente si lo necesitamos. Es importante escuchar a nuestro cuerpo y aumentar la dosis con cautela para evitar desarrollar tolerancia.

Siempre medimos con una báscula digital: improvisar puede llevarnos a pasarnos o quedarnos cortos. Apuntar las cantidades y sensaciones en una libreta o aplicación nos ayuda a encontrar el punto ideal y a evitar sorpresas.

Empezamos poco a poco; esa es la clave para un uso seguro y responsable.

3. Preparar el agua

El agua filtrada hará que nuestro té sea más puro y agradable. Usamos entre 250 y 350 ml por cada toma. Calentamos el agua hasta que hierva suavemente, unos 80-90°C; si subimos demasiado la temperatura, se degradan los alcaloides responsables del efecto.

Un truco es añadir un poco de zumo de limón antes de calentar el agua. Su acidez ayuda a extraer mejor los compuestos activos y suaviza el sabor terroso. Dejamos que el agua repose unos minutos fuera del fuego antes de añadir el kratom, para mantener la potencia y evitar el amargor excesivo.

4. Infusionar correctamente

Añadimos el kratom al agua caliente y removemos bien para que se disuelva. Lo dejamos infusionar entre 10 y 20 minutos; una infusión más larga extrae más alcaloides, aunque el sabor será también más intenso y amargo.

La temperatura debe mantenerse caliente pero sin llegar a hervir. Un exceso de calor puede modificar los efectos y el sabor. Si queremos mantener la regularidad entre preparaciones, podemos usar un temporizador.

5. Filtrar bien

Colamos el té usando un colador de malla fina o una doble gasa, apretando para sacar hasta la última gota.

Si hemos usado hojas, podemos guardar el resto tras colarlo y aprovecharlo para una infusión más suave. El té que sobre, lo guardamos en un tarro o botella de cristal en la nevera hasta una semana.

Colando bien conseguimos una taza limpia y sin restos, agradable al paladar.

Perfeccionando nuestra infusión

Perfeccionar nuestra rutina de té de kratom pasa por prestar atención a los pequeños detalles. Si vamos afinando la técnica, notaremos cambios en el sabor, la intensidad y hasta en las sensaciones posteriores a cada sorbo. La mayoría solemos optar por filtros metálicos, bolsas de muselina o incluso una prensa francesa para hacer todo más cómodo y limpio.

Lo ideal es comenzar por una dosis de entre 1 y 2 gramos de polvo de kratom por taza, aunque lo fundamental es adaptar la cantidad a lo que buscamos en ese momento.

Temperatura

Mantener el agua a fuego suave es clave para conservar los alcaloides responsables de los efectos del kratom. Si el agua hierve demasiado fuerte, estas sustancias se pueden degradar, dejando una infusión menos potente. Nos funciona muy bien mantener la temperatura entre 80°C y 90°C, y un termómetro para infusiones puede ser nuestro mejor aliado.

Podemos ir probando distintas temperaturas; una más baja nos dará un sabor más suave y un efecto menos intenso, mientras que un agua algo más caliente potencia tanto el amargor como la fuerza de la infusión. Hay quienes dejan que la mezcla hierva suavemente de 10 a 15 minutos para obtener un resultado más fuerte, mientras otros prefieren algo mucho más sutil.

No hay una única receta mágica; se trata de descubrir qué se adapta mejor a nosotros.

Añadidos

Los ingredientes naturales no solo disimulan el sabor terroso del kratom. Jengibre, menta o incluso cardamomo ayudan a refrescar la infusión y pueden favorecer la digestión. Los cítricos —limón o lima— no solo reducen el amargor, sino que también podrían aumentar la absorción de los compuestos activos del kratom.

A muchos nos gusta añadir mezclas de hierbas, como manzanilla o valeriana, para modular el efecto o conseguir una bebida más relajante. Especias como la canela o el clavo darán una nota cálida y compleja, perfecta para una experiencia más especial.

La clave está en experimentar distintas combinaciones hasta dar con la que mejor se adapte a nuestro cuerpo y nuestro ánimo.

Endulzantes

Endulzar el té de kratom requiere cierto equilibrio. Miel, sirope de agave o jarabe de arce suavizan el gusto terroso sin enmascarar del todo los sabores propios de la planta. Muchos preferimos combinar lo dulce con un toque de limón o lima, creando una bebida agradable y refrescante.

Conviene no abusar del azúcar si lo que buscamos es disfrutar de los beneficios para la salud. Hay quienes prefieren tomar la infusión sin ningún tipo de endulzante, pero si decidimos añadir, conviene hacerlo poco a poco y ajustar el punto a nuestro gusto.

Tiempo de infusión

El tiempo que dejamos reposar el kratom marca la diferencia. Lo habitual es entre veinte y treinta minutos, aunque hay quienes optan por un hervor más breve para obtener una bebida suave. Una infusión prolongada realza el sabor y efectos de la planta, mientras que una preparación rápida resulta mucho más ligera.

Podemos preparar té de kratom y conservarlo hasta cinco días en la nevera, siempre en un recipiente bien cerrado. Con el tiempo, el sabor evoluciona, así que lo importante es dar con la fórmula que nos siente mejor.

Beneficios del té de kratom

Los efectos del té de kratom son variados y dependen de la dosis, la variedad utilizada y nuestras características personales. Sus principales compuestos activos, los alcaloides, interactúan con los receptores opioides del cerebro, aunque de forma menos intensa que medicamentos como la heroína o la oxicodona. Algunos de nosotros experimentamos mayor concentración, otros notamos relajación e incluso, a veces, somnolencia.

En la siguiente tabla resumimos los posibles efectos según la cantidad de té de kratom que tomemos:

Categoría Dosis baja (1-5 g) Dosis media (5-10 g) Dosis alta (10-15+ g)
Estimulación Energía, enfoque Ligeros aumentos, alerta Suele disminuir, aparece sedación
Relajación Rara Relajación suave Fuerte somnolencia, pesadez
Alivio del dolor Suave Moderado Intensidad tipo opioide
Ánimo Estimulante Euforia, tranquilidad Puede producir apatía
Efectos adversos Leves Puede causar náuseas Riesgo de efectos graves

Incluso con la misma dosis, cada persona puede sentir efectos distintos. Aunque es poco común, algunas personas experimentan efectos secundarios graves, como alucinaciones o convulsiones, especialmente con dosis elevadas. Los efectos suelen notarse entre los quince y treinta minutos tras beber el té, y pueden durar varias horas.

Posibles beneficios

  • Puede aliviar molestias leves.
  • Muchas personas lo usan para mejorar el estado de ánimo.
  • A dosis bajas, puede aportar energía.
  • Se utiliza en algunos casos para aliviar los síntomas de abstinencia a los opioides.
  • Para algunos, reduce el estrés o la ansiedad.
  • Hay quienes notan mayor concentración o claridad mental.

La mayoría de nosotros afirmamos que el té de kratom nos ayuda a mantener la calma o a afrontar el día con más energía. Según estudios recientes, podría ser una alternativa natural para reducir el deseo de consumir opioides en ciertos casos. Otros notan un ánimo más positivo y, en algunas personas, la ansiedad cotidiana parece disminuir.

Estos beneficios, aunque no se aplican a todos por igual, explican el interés creciente en el té de kratom.

Posibles efectos secundarios

  • Náuseas o vómitos.
  • Sequedad de boca y deshidratación.
  • Falta de apetito o pérdida de peso.
  • Estreñimiento.
  • Aumento de la frecuencia urinaria.
  • Mareo o confusión.

El consumo habitual puede generar dependencia, así que debemos estar atentos si lo usamos con frecuencia. Los efectos adversos pueden agravarse si se combina con alcohol u otras sustancias. La dosis es fundamental: mantenerla baja y evitar el consumo diario reduce los riesgos.

Riesgos a largo plazo

El uso continuado, sobre todo en dosis altas, puede provocar adicción, y no siempre sabemos qué estamos comprando, ya que algunos productos pueden estar adulterados con otras sustancias peligrosas.

El consumo prolongado puede dañar el hígado, provocar pérdida de peso y cambios de humor. Si dejamos de tomarlo tras mucho tiempo, podríamos sufrir síntomas de abstinencia, como ansiedad, molestias musculares e insomnio.

Tiene potencial adictivo. No existe control de calidad uniforme. Los efectos sobre la salud a largo plazo no están claros y la retirada puede ser difícil.

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Recetas creativas de té de kratom

El té de kratom es mucho más que una simple infusión. A muchos nos gusta experimentar con nuevas formas de darle sabor y hacerlo más divertido. Compartir trucos e ideas con amigos crea una experiencia de kratom más cercana y animada. Eso sí, recordemos siempre ser prudentes, porque la potencia del kratom puede variar según la dosis y la variedad que elijamos.

Refresco cítrico con hielo

Empezamos preparando la base de té de kratom, ya sea en polvo o con hojas. Dejamos que enfríe y lo servimos con hielo para obtener una bebida de lo más refrescante. Unas rodajas de limón o lima aportan ese punto fresco que equilibra perfectamente el sabor terroso del kratom y lo hacen mucho más apetecible, sobre todo si nos cuesta acostumbrarnos al sabor inicial.

Podemos añadir menta, manzanilla o un toque de té verde para jugar con los matices y sorprender al paladar. Nos gusta cuidar la presentación: unas hierbas frescas o frutas cortadas convierten el vaso en algo especial. Este refresco es ideal para los días calurosos y se puede preparar con antelación y guardar en la nevera hasta una semana.

Mezcla chai especiada

Combinamos kratom con clavo, cardamomo, canela y un poco de pimienta negra para obtener una base cálida y especiada. Es importante dejarlo cocer suavemente, sin llegar a hervir, para conservar todas las propiedades del kratom. Añadimos leche normal, de almendras o de avena para conseguir una textura más cremosa, y equilibramos con un poco de miel o azúcar.

Esta mezcla se disfruta caliente en noches frescas o bien fría si preferimos dar un giro refrescante. El sabor chai suaviza el amargor del kratom y resulta perfecto tanto para quienes empiezan como para quien busca un momento reconfortante y especial.

Elixir calmante de jengibre

Preparamos el té de kratom junto a finas rodajas de jengibre fresco, que además de aportar sabor ayudan a cuidar el estómago. Un poco de miel endulza y suaviza el conjunto, y si añadimos una pizca de cúrcuma obtenemos un color vibrante y beneficios extra para la salud.

Este té resulta ideal para cuando buscamos confort, ya sea en una noche fría o para esos días en los que no nos encontramos bien del todo. La combinación de jengibre y cúrcuma aporta un toque antiinflamatorio suave, convirtiendo esta bebida en una opción muy recomendable para quienes cuidamos nuestro bienestar.

Infusión matutina de cacao y kratom

Cogemos nuestro té de kratom y lo mezclamos con cacao puro para disfrutar de un desayuno diferente. Un poco de leche o crema le da ese punto sedoso, y podemos endulzarlo a nuestro gusto con azúcar, sirope de agave o un toque de sirope de chocolate para sentirnos en un auténtico café.

Solo falta coronarlo con una rodaja de lima. Podemos tomarlo caliente o con hielo, según el día.

Conclusión

Preparar infusión de kratom es sumamente sencillo. Terminamos con una taza de sabor intenso y terroso, y un efecto casi inmediato. Así podemos vivir una experiencia personalizada: caliente o fría, simple o acompañada de fruta y miel. Muchos disfrutamos la sensación de empezar algo nuevo con cada taza; hay quienes buscan energía, y otros prefieren relajarse. Podemos probar distintas recetas hasta encontrar la ideal para nosotros. Recordemos ir con calma, escuchar a nuestro cuerpo y compartir nuestros trucos, tanto con amigos como en comunidades online. Probar cosas nuevas aporta emoción y variedad. Esa es la magia de la infusión de kratom: fácil de preparar y de adaptar a nuestro gusto. Si quieres más ideas o información actualizada, consulta nuestras guías, únete al chat o contáctanos cuando quieras.

Preguntas frecuentes

¿Qué es el té de kratom?

El té de kratom es una forma tradicional de consumir esta planta, suavizando tanto el sabor como los efectos en comparación con otros métodos. Preparar la infusión ayuda a reducir el gusto amargo y ofrece una experiencia más gradual.

¿Qué cantidad de kratom debo usar para preparar el té?

Una ración habitual consiste en entre 2 y 5 gramos de kratom por taza (aproximadamente 250 ml de agua). Si estamos empezando, lo ideal es comenzar con la dosis más baja posible e ir ajustando según cómo nos sintamos.

¿Cuánto tiempo debe infusionarse el té de kratom?

Lo recomendable es dejar las hojas o el polvo de kratom en agua caliente, sin llegar a hervir, durante 15 a 20 minutos. Si el agua hierve demasiado, los alcaloides pueden verse afectados y variar el sabor del té.

¿Se pueden añadir sabores al té de kratom?

Por supuesto, podemos mejorar el sabor añadiendo miel, limón, jengibre o incluso hierbas aromáticas. Estos pequeños toques hacen que el té sea más agradable y ayuden a disimular su sabor amargo.

¿Los efectos del té de kratom son diferentes a los de otras presentaciones?

El té de kratom suele producir efectos más suaves y de inicio más lento que las cápsulas o el polvo directamente. Esto puede variar según la variedad, la dosis y la respuesta individual de cada persona.

¿Es seguro tomar té de kratom a diario?

Si tomamos té de kratom con regularidad, es fácil desarrollar tolerancia o experimentar efectos secundarios. Lo mejor es consumirlo con moderación y consultar con un profesional de la salud, especialmente si tenemos problemas médicos previos.

¿Se puede guardar el té de kratom para otro momento?

Sí, podemos conservar el té de kratom en el frigorífico durante un máximo de cinco días. Es importante guardarlo en un recipiente bien cerrado y agitarlo antes de beber, ya que el polvo tiende a depositarse en el fondo.

 
Publicado en: Herbs, Kratom

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